La abeja representa la dulzura de la vida que se encuentra dentro de nuestro propio corazón. Da suerte en los negocios y es el emblema de la perseverancia.
Representa las dos fuerzas opuestas pero complementarias: el yin, asociado a lo femenino, la pasividad y la tierra; y el yang, vinculado a lo masculino, lo activo y el cielo.